Cuenta la leyenda que había una doncella muy hermosa llamada Cavillaca. Todos los dioses la pretendieron porque tenía una belleza impresionante pero ninguno logró su propósito. Cuniraya Wiracocha era un sabio, encontró la manera de transformarse en pájaro para conquistar a la doncella, este se posó en un árbol, echo en su semen e hizo caer el fruto delante de la mujer. Ella comió sin saber el fruto y quedó embarazada así la doncella, es así que tuvo una hermosa niña hasta que cumplió un año. Hubo una reunión de todos los dioses para saber de quien era la hija de Cuvillaca, pero ningún contesto nada. Cuniraya Wiracocha estaba sentado humildemente con harapos y la doncella ni lo miraba era vanidosa para creer que un haraposo fuera el padre de su hija.
La doncella le dijo a su hija: anda y reconoce a tu padre que se encuentra aquí, la niña gateando se fue al lado de Cuniraya Wiracocha el hombre haraposo. Al ver eso la madre, asqueada echo a correr en dirección del mar y se arrojó al agua para desaparecer.
Luego Cuniraya corrió tras de ella para decirle la verdad que se había disfrazado para quitarle la vanidad. Cuniraya apareció con un traje de oro y llamó a Cavillaca para que lo viera pero ella no volteó estaba asqueada por lo que había visto y no quería volver a ver a Cuniraya Wiracocha
En la batalla de perseguirla Cunirraya Wiracocha en su camino encuentra a un cóndor el que le dice que tendrá larga vida.
La doncella se fue al mar con su hija y se quedaron convertidas en piedra.
La doncella le dijo a su hija: anda y reconoce a tu padre que se encuentra aquí, la niña gateando se fue al lado de Cuniraya Wiracocha el hombre haraposo. Al ver eso la madre, asqueada echo a correr en dirección del mar y se arrojó al agua para desaparecer.
Luego Cuniraya corrió tras de ella para decirle la verdad que se había disfrazado para quitarle la vanidad. Cuniraya apareció con un traje de oro y llamó a Cavillaca para que lo viera pero ella no volteó estaba asqueada por lo que había visto y no quería volver a ver a Cuniraya Wiracocha
En la batalla de perseguirla Cunirraya Wiracocha en su camino encuentra a un cóndor el que le dice que tendrá larga vida.
La doncella se fue al mar con su hija y se quedaron convertidas en piedra.
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