La
biodiversidad es la abundancia de diferentes especies que se encuentran en los
distintos ecosistemas de la Tierra.
La
biodiversidad tiene su origen en el proceso de evolución ocurrido a lo largo
del tiempo geológico a partir de la primera célula, que marca el origen de la
vida en la Tierra. Las huellas de la biodiversidad existente a lo largo del
tiempo geológico, está establecida por los restos fósiles, que nos informan de
las distintas especies que han existido en el pasado.
La
biodiversidad es la mayor riqueza de nuestro planeta, ya que ha asegurado el
mantenimiento de la vida a lo largo de los diferentes procesos geológicos que
han acontecido en la Tierra.
Las
actividades que realiza el ser humano en los ecosistemas está poniendo en
peligro la biodiversidad, provocando la extinción de numerosas especies a un
ritmo muy alto, con graves consecuencias en la biosfera.
La
biodiversidad proporciona muchos beneficios fundamentales para el hombre, más
allá del suministro de materias primas. La pérdida de biodiversidad tiene
efectos negativos sobre varios aspectos del bienestar humano, como la seguridad
alimentaria, la vulnerabilidad ante desastres naturales, la seguridad
energética y el acceso al agua limpia y a las materias primas. También afecta a
la salud del hombre, las relaciones sociales y la libertad de elección. La
sociedad suele tener varios objetivos en conflicto, muchos de ellos
dependientes de la biodiversidad. Cuando el hombre altera un ecosistema para mejorar
uno de los servicios que éste proporciona, su acción suele acarrear también
cambios para otros servicios de los ecosistemas. Por ejemplo la pesca, el
suministro de agua y la protección frente a los desastres naturales. A largo
plazo, el valor de los servicios perdidos puede superar con mucho los
beneficios que se obtienen a corto plazo al transformar los ecosistemas.
Prácticamente
todos los ecosistemas de la Tierra han experimentado una transformación radical
fruto de la mano del hombre, y continúan transformándose ecosistemas para usos
agrícolas, entre otros. La pérdida
actual de biodiversidad y los cambios derivados en el medio ambiente se
producen a una velocidad hasta ahora desconocida en la historia de la
humanidad, y no hay indicios de que este proceso se esté ralentizando. Muchas
poblaciones de plantas y animales han declinado en número, extensión geográfica
o ambas variables. La extinción de especies forma parte del curso natural de la
historia de la Tierra. Sin embargo, la actividad del hombre ha acelerado el
ritmo de extinción al menos cien veces respecto al ritmo natural. No resulta
sencillo comparar diferentes indicadores de la pérdida de biodiversidad.
La
biodiversidad está disminuyendo a gran velocidad a causa de factores como los cambios en el uso del suelo, el cambio
climático, las especies invasoras, la sobreexplotación y la contaminación.
Estos factores, naturales o provocados por el hombre, se conocen como
generadores de cambio y tienden a interactuar y potenciarse mutuamente. Aunque
los cambios en la biodiversidad están vinculados de forma más evidente a
generadores de cambio directos como la pérdida de hábitat, también están
relacionados con generadores indirectos que son la causa de muchos de los
cambios en los ecosistemas. Los principales generadores de cambio indirectos
son la evolución de la población humana, la actividad económica, la tecnología
y los factores sociopolíticos y culturales.
En
la Evaluación de Ecosistemas del Milenio se idearon cuatro escenarios posibles
para intentar conocer el futuro de la biodiversidad y el bienestar humano hasta
2050:
En
general, según los cuatro escenarios, el suelo agrícola se expandirá en
detrimento de la cubierta forestal, especialmente en los países en desarrollo.
Esta situación llevará a un declive continuo de la biodiversidad, tanto local
como mundial, principalmente a causa de la pérdida de hábitat.
Se
prevé que la biodiversidad acuática y determinadas poblaciones de peces
experimenten un declive a causa de factores como el exceso de nutrientes, la
sobrepesca, la invasión de especies exóticas y la contaminación. La pérdida de
biodiversidad repercutirá en el bienestar del hombre, tanto de forma directa
como indirecta. Los efectos directos incluyen un mayor riesgo de padecer
cambios medioambientales repentinos; por ejemplo, la disminución drástica de
las poblaciones de peces, inundaciones, sequías, incendios forestales y
enfermedades. Los cambios también afectarán al bienestar del hombre de forma
indirecta; por ejemplo, en forma de conflictos motivados por la escasez de
alimentos y recursos hídricos.
La
biodiversidad es muy importante para la vida y la supervivencia de la
naturaleza y con ello, la de los seres humanos. Gracias a ella existe el
equilibrio (por ejemplo, si se da un cambio ambiental que no es bueno para una
especie, siempre habrá otra que se beneficie, y de esta manera sobrevive la naturaleza
desde la aparición de los primeros organismos vivos.
Hay
distintas razones por las que la biodiversidad puede estar en peligro y afectar
así el equilibrio de la naturaleza:
La
introducción de especies exóticas (especies nuevas en un lugar particular, por
ejemplo, un ave de selva en una zona de cosechas)
·
El
comercio ilegal de especies (NUNCA compres una especie de flora y fauna que
deba vivir silvestre, es peligroso para ti y para esa especie)
·
Caza
y pesca ilegal y descontrolada (que puede poner en peligro y acelerar la
extinción de alguna especie)
·
Contaminación
del aire, agua y suelo (que nos afecta directamente a los humanos, por si
creemos que es sólo cuestión de animales)
·
Modificación
de los hábitats de las distintas especies (lo que genera desbalances en la
naturaleza y puede modificar sin que lo notemos el clima, temperatura de las
aguas, calidad de aguas y suelos, degradación irreparable del suelo, etc.)
Las
razones por las que debemos cuidar la diversidad de organismos del planeta son:
·
Son
importantes para el estudio de la evolución de los seres vivos.
·
Son
indispensables para obtener algunos medicamentos (como los antibióticos y
medicamentos contra los hongos, por ejemplo)
·
Producen
el oxígeno que respiramos, nos alimentan y nos proporcionan energía (petróleo y
carbón)
·
Fijan
la energía solar en los campos, limpian las aguas y el aire.
·
Impiden
que avancen los desiertos.
·
Mantienen
la economía del planeta entero. Comerciamos con casi todo lo que nos da la
naturaleza: Carnes, pieles, madera, productos silvestres (miel, cera, caucho,
látex, resinas, etc.), carbón y petróleo, lana, seda, entre otros.
·
Nos
permiten la agricultura y la ganadería.
Nos dan la materia prima para las fibras
textiles y para el desarrollo de productos cosméticos y medicinales.
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