lunes, 18 de mayo de 2015

LA CAIDA URSS



Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (abreviado: URSS, o Unión Soviética). Fue una federación constitucional de estados socialistas, que existió en Eurasia a partir de 1922, hasta su disolución en 1991.
La Unión Soviética fue establecida en diciembre de 1922 como la Unión de las Repúblicas Soviéticas de Rusia (conocida como Rusia Bolchevique), Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia gobernadas, las tres primeras, por partidos bolcheviques y la última por el Menchevique.
La Gran Revolución de Octubre fue uno de los hechos más relevantes y trascendentales del Siglo XX, fue una verdadera revolución que estremeció al mundo, donde sobresalió el genial papel dirigente de Lenin y su concepción marxista que dio origen al Partido Bolchevique.
El levantamiento popular en Petrogrado culminó con el derrocamiento del gobierno imperial en marzo de 1917.
Para asegurar los derechos de la clase obrera, las asambleas de trabajadores, conocidas como Soviets, nacen a lo largo de todo el país. Los bolcheviques, dirigidos por Vladimir Ilich Lenin, presionaron a favor de una revolución socialista tanto en dichas asambleas como en las calles, derrocándose al Gobierno Provisional el 7 de noviembre, 25 de octubre según el Calendario juliano, de 1917 y entregándose el poder a los soviets de obreros, soldados y campesinos.
Solamente tras la larga y sangrienta Guerra civil rusa de 1918–1921, durante la que se aprobó la primera Constitución soviética de 1918 se afianzó el nuevo poder soviético.
Unificación de las repúblicas soviéticas. El 29 de diciembre de 1922 una conferencia de delegaciones plenipotenciarias de Rusia, Transcaucasia, Ucrania y Bielorrusia aprobó el Tratado de Creación de la URSS y la Declaración de la Creación de la URSS, formándose la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Estos dos documentos fueron confirmados por el primer Congreso soviético de la URSS y firmados por los cabezas de las delegaciones Mijaíl Kalinin, Mikha Tskhakaya, Mijaíl Frunze y Grigory Petrovsky, y Aleksandr Chervyakov respectivamente el 30 de diciembre de 1922. El 1 de febrero de 1924 la URSS fue reconocida por la primera potencia mundial de la época, el Imperio británico.
La prematura muerte de Lenin en enero de 1924 desencadenó una dura lucha por el poder. Los principales antagonistas fueron Trotski y  Stalin, entonces secretario general del partido, los cuales se proclamaban legítimos herederos de Lenin. Gracias al control sobre el aparato del partido, Stalin logró obtener el apoyo de la mayoría de los miembros de éste y consolidar así su poder. En noviembre de 1927, tras un referéndum interno, el partido repudió por completo las ideas políticas de Trotski, que fue expulsado de aquél y tuvo que exiliarse en Alma Atá (la actual Almaty, en Kazajstán). Dos años más tarde, Trotski fue desterrado de la URSS, y en 1940 murió asesinado en México a manos de un agente soviético.
En 1929, Stalin fue reconocido como máximo dirigente del partido y del Estado. A partir de ese momento inició la serie de purgas que caracterizarían sus años de mandato, y que afectaron en primer lugar a sus antiguos aliados durante la pugna con Trotski. Esos dirigentes, especialmente Nikolái Ivánovich Bujarin y Alexéi Ivánovich Ríkov, fueron expulsados de los más altos órganos del partido.
En la política exterior el pacto Molotov-Ribentrop: El 23 de agosto de 1939, la Unión Soviética y Alemania firmaron en Moscú un pacto de no agresión, en el que además, en un protocolo adicional secreto, se dividía a Europa Oriental y central en esferas de influencia soviética y alemana, estableciendo también directrices para la partición de Polonia entre ambos Estados. También en ese protocolo se concedió a Stalin carta blanca para intervenir en Finlandia y en los países bálticos.
"Pienso que los planes imperialistas de lanzar a Hitler contra la URSS jamás habrían justificado el pacto de Hitler con Stalin, fue muy duro. Los partidos comunistas, que se caracterizaban por la disciplina, se vieron todos obligados a defender el Pacto Molotov-Ribbentrop y a desangrarse políticamente".
Una vez iniciada la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, y considerando Hitler que la caída de Inglaterra era inminente, ordenó atacar a la Unión Soviética, haciendo del pacto letra muerta. El 18 de diciembre de 1940, el mando alemán decidió que la invasión a la URSS (Operación Barbarroja) se realizaría en abril de 1941, pero solo se pudo concretar el 22 de junio de ese año, cuando se inició el ataque a territorio soviético con más de 3.000.000 de soldados alemanes. La invasión tomó por completa sorpresa a Stalin a pesar de que tenía suficientes antecedentes de que esta era inminente.
En su avance liberó a muchas naciones europeas y asíaticas engullidas por la maquinaria militar y racista de los hitlerianos. Aunque destrozada por la guerra, la Unión Soviética surgió del conflicto como una superpotencia reconocida. Sufrieron más de 27 millones de bajas, entre militares y civiles, durante todo el conflicto.
La Unión Soviética fue el país combatiente que soportó casi el 80% del ataque de los alemanes, por lo que la victoria en la Batalla de Stalingrado y la consiguiente contraofensiva significó el desmoronamiento de la máquina de guerra alemana. Aunque destrozada por la guerra, la Unión Soviética surgió del conflicto como una superpotencia reconocida.
Durante la posguerra inmediata, la Unión Soviética reedificó primero y entonces ensanchó su economía. La Unión Soviética ayudó la reedificación de la posguerra en los países de Europa del Este, fundó el Pacto de Varsovia en 1955, más tarde, el Consejo de Ayuda Mutua Económica, ayudó económicamente a la naciente China popular y vio crecer su influencia en otras partes del mundo. Mientras tanto, política imperialista de Guerra Fría giró a los aliados del tiempo de guerra de Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos, como enemigos.
Lósif Stalin murió el 5 de marzo de 1953. Luego de su muerte su sucesor, Nikita Jruschov, presentó al pleno del XX congreso del Partido Comunista en 1956, un informe con los errores políticos y los crímenes cometidos por Stalin, lamentando el culto a su personalidad e iniciando una campaña de desestalinización.
Después de Khrushchev, siguió otro período de gobierno por el Comité o mando colectivo que duró hasta que Leonid Brézhnev se estableció a principios de los años 1970 como la figura preeminente en la vida política soviética.
Tras la muerte de Leonid Brezhnev y después de la sucesión rápida de Yuri Andrópov y Konstantín Chernenko, Mijaíl Gorbachov fue designado líder de la URSS. Gorbachov comenzó a aplicar cambios significativos en la economía, la Perestroika y la política Glásnost desatando fuerzas oportunistas que con el aliento de Occidente trabajaron por desintegrar la URSS y el regreso de sus miembros -especialmente Rusia- al capitalismo. El alejamiento del Partido Comunista y su dirección de los trabajadores favoreció este proceso.
El movimiento que definitivamente derrumbó la URSS vino de Rusia, la nación que había construido el imperio zarista, antecesor del estado soviético. En mayo de 1990, Borís Yeltsin, quien había sido expulsado del PCUS en 1987, fue elegido presidente del Parlamento ruso. Desde esa posición de poder, Yeltsin impulsó medidas que precipitaron el fin de la Unión Soviética.
Impotente y abandonado por casi todos, Gorbachov dimitió como Presidente de la URSS el día 25 de diciembre de 1991. La bandera roja soviética era arriada en el Kremlin de Moscú, la bandera rusa la sustituía.
Rusia tomaba el relevo de la URSS en la escena internacional: las embajadas, el puesto permanente en el Consejo de Seguridad y el control del armamento nuclear soviético. Se anunciaba el fin de la Guerra Fría, pero Estados Unidos aprovechó patra imponer su hegemonía en un mundo unipolar.