viernes, 17 de abril de 2015

CAMBIO CLIMÁTICO


Conferencia de las Partes, ‘la COP’, es la convención donde los países buscan llegar a un acuerdo internacional para reducir las emisiones de CO2 y hacerle frente a la crisis climática, ambiental, y sistémica causada en su mayor parte por los países industrializados.
La Convención fija el objetivo de estabilizar los niveles de emisión de gases de efecto invernadero en un plazo que permita a los ecosistemas adaptarse naturalmente al cambio climático, asegurar la producción de alimentos y permitir el desarrollo económico de manera sostenible. 
Historia.
En 1979 se llevó a cabo la primera Conferencia Mundial sobre el Clima. Once años después, en 1990,  tiene lugar la segunda conferencia, donde se solicita un tratado mundial sobre cambio climático. En la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992, la Convención Marco sobre el Cambio Climático (CMNUCC) queda lista para la firma y entra en vigor el 21 de marzo de 1994.
La COP20 se llevó a cabo en Lima del 1 al 12 de diciembre del 2014. En 1995 se celebra en Berlín la primera COP. La vigésimo primera edición – COP21- tendrá lugar en París entre 30 Nov y el 11 de diciembre del 2015.
PAISES MÁS CONTAMINANTES DEL PLANETA (En millones de toneladas de CO2)
CHINA
EE.UU
INDIA
RUSIA
JAPÓN
ALEMANIA
COREA DEL SUR
IRÁN
ARABIA SAUDITA
CANADA
9.977
5.233
2.407
1.812
1.246
759
616
611
519
503
EMISIONES DE CO2 EN AMÉRICA DEL SUR (En millones de toneladas)
BRASIL
VENEZUELA
ARGENTINA
CHILE
COLOMBIA
PERÚ
TRINIDAD Y TOBAGO
ECUADOR
BOLIVIA
URUGUAY
482|
221
197
89
88
65
49
36
18
6,7
El cambio climático es el conjunto de grandes y rápidas perturbaciones provocadas en el clima por el aumento de la temperatura del planeta. Se trata del problema ambiental más importante al que se enfrenta la humanidad.
Existe un consenso total en la comunidad científica a la hora de culpar del fenómeno de cambio climático al aumento de concentración de gases de efecto invernadero generados por las actividades humanas.
 Mediante el efecto invernadero, ciertos gases atrapan las radiaciones que emite la tierra caliente, evitando que se pierdan en el espacio exterior. Sin los gases de efecto invernadero se estima que la temperatura media de la superficie terrestre sería de -19ºC en vez de los +14ºC actuales. El efecto invernadero natural hace posible la vida en nuestro planeta. Sin embargo, la quema de combustibles fósiles, la destrucción de los bosques, los cambios de usos del suelo, la producción de residuos y la emisión de ciertos gases artificiales, son factores que refuerzan el efecto invernadero, amenazando actualmente la salud del clima.
El Protocolo de Kyoto recoge seis grupos de gases causantes del cambio climático:

1. Dióxido de Carbono, CO2
2. Metano, CH4
3. Óxido nitroso, N2O
4. Hidrofluorocarbonos, HFCs
5. Perfluorocarbonos, PFCs
6. Hexafluoruro de azufre, SF6

No obstante, el dióxido de carbono es el que más interés y preocupación genera. A este gas se le achaca el 77% del impacto sobre el clima. Es por este motivo, que para contabilizar el impacto global de todos los gases, se ha establecido como unidad de medida la tonelada de CO2 equivalente.
Impactos futuros. Si las emisiones no se reducen para mediados del presente siglo, los modelos climáticos más avanzados, prevén lo siguiente:
·         Un calentamiento máximo sobre tierra firme y en la mayoría de las latitudes septentrionales altas, y mínimo sobre el océano austral y partes del Atlántico Norte.
·         La contracción de la superficie de las cubiertas de nieve en la mayoría de las regiones disminuirá; en algunas proyecciones los hielos marinos de la región ártica desaparecerían casi completamente al final de los veranos en los últimos años del siglo XXI.
·         Un aumento la frecuencia de los valores extremos cálidos, de las olas de calor y de las precipitaciones intensas.
·         Un aumento la intensidad de los ciclones tropicales; menor confianza en que disminuya el número de ciclones tropicales en términos mundiales.
·         Un desplazamiento hacia los polos de las trayectorias de las tempestades extra tropicales, con los consiguientes cambios de las pautas de viento, precipitación y temperatura.
·         Un aumento las precipitaciones en latitudes altas, y probablemente disminuirán en la mayoría de las regiones terrestres subtropicales, como continuación de las tendencias recientemente observadas.
·         La salud humana también se verá afectada a consecuencia de estos cambios en el clima. La Organización Mundial de la Salud ha informado que un aumento de 2 ó 3 grados en la temperatura media puede causar graves consecuencias en todos los niveles: ya sea en forma de aumento de enfermedades contagiosas como el cólera, la malaria o el dengue por desplazamiento a latitudes medias por el incremento de la temperatura o de patologías como el asma o las alergias, o por causa de los ya citados fenómenos climáticos extremos.



sábado, 11 de abril de 2015

GUERRA FRÍA



La "guerra fría" designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económica y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar
La Gran Alianza que había derrotado al Eje en una cruenta guerra de casi seis años se rompió en el corto plazo de unos meses. La guerra fría entre Estados Unidos y el bloque que dirigirá y la URSS y sus aliados marcará la escena internacional por casi medio siglo.
1946: El Creciente Enfrentamiento
En enero se produjo en la ONU el primer encuentro cuando delegación iraní protestó por la prolongación de la ocupación soviética de sus provincias septentrionales, continuación que violaba un acuerdo firmado por los Aliados durante la guerra. La dura reacción norteamericana consiguió que la URSS se retirara a los pocos meses.
En febrero, además de descubrirse una red de espías soviéticos en Canadá, Stalin pronunció un duro discurso en Moscú en el que no dudó en afirmar que el capitalismo y el comunismo eran "incompatibles" y que la URSS debía prepararse para un período de rearme.
George Kennan, experto en asuntos soviéticos del Departamento de Estado norteamericano, envió un telegrama a Washington. Este telegrama de dieciséis páginas contenía un análisis demoledor: la Unión Soviética era un estado irrevocablemente hostil a Occidente que continuaría con su política expansionista.
El 5 de marzo de 1946, Churchill visitó los EE.UU. y pronunció un célebre discurso en la universidad de Fulton, en el estado de Missouri. El veterano político británico consagró la expresión "telón de acero" para referirse a la frontera que separaba a la Europa dominada por el ejército soviético del resto.
Como una réplica al telegrama de Kennan, el embajador soviético en Washington, Nikolai Novikov, envió también un largo telegrama a Moscú en septiembre. En él afirmaba que los EE.UU. buscaban dominar el mundo y estaban preparando una guerra para ello. Los telegramas de los enviados diplomáticos eran una buena prueba del creciente deterioro de las relaciones entre los antiguos aliados.
El año 1946 supuso el fin del entendimiento entre los aliados. Aunque los partidos comunistas occidentales participaban aún en gabinetes de coalición en países como Francia y como Italia, dos cruentas guerras civiles enfrentaban a comunistas y conservadores en Grecia y China, y la tensión entre las administraciones de ocupación occidentales y soviética en Alemania era creciente.
1947: El año de la ruptura
El año 1947 marca el fin definitivo de la antigua alianza. En un Europa en la que la reconstrucción no ha comenzado aún, el hambre y el descontento social son el contexto en el que crece y crece la desconfianza entre antiguos Aliados. Mientras los países occidentales desconfían del expansionismo soviético en las zonas donde el Ejército Rojo se ha asentado, los soviéticos se quejan de que los occidentales no envían a la URSS la parte correspondiente de las reparaciones que debían extraerse en sus zonas de ocupación, dificultando la recuperación de una URSS en ruinas.
El año se inició con una clara violación soviética de los acuerdos de Yalta (Crimea) del 4 al 11 de febrero de 1945  en lo referido a Polonia. Las elecciones se celebraron en enero tuvieron lugar en un ambiente de falta de libertad y arbitrariedad que permitió el triunfo de los candidatos comunistas.
La Doctrina Truman
En febrero de 1947 una alarmante nota del gobierno británico llegó a Washington. En ella se informaba a Truman  y a su nuevo Secretario de Estado, George Marshall, de que el gobierno de Londres era incapaz de continuar apoyando al gobierno conservador de Atenas en su lucha contra las guerrillas comunistas griegas. También comunicaba que la nota que Gran Bretaña era incapaz de seguir ayudando financieramente a Turquía.
Los norteamericanos reaccionaron vivamente a esta nueva amenaza. Conscientes de que las zonas bajo dominio soviético eran "irrecuperables", optan por implicarse activamente en la defensa del sur y del oeste del continente. En un discurso pronunciado el 12 de marzo en el Congreso, Truman no solo demandó la aprobación de una ayuda de 400 millones de dólares para Grecia y Turquía, sino que se sentó una verdadera doctrina de política exterior, la Doctrina Truman. Afirmando que EE.UU. ayudaría a cualquier gobierno que hiciera frente a la amenaza comunista, el presidente norteamericano proclama la voluntad de su país de aplicar una política de  contención  del comunismo.
Esta nueva voluntad estadounidense tenía su principal desafío en Europa occidental. Aquí la recuperación tras la devastación de la guerra estaba siendo muy lenta o inexistente lo que favorecía la agitación y la propaganda comunista. Francia e Italia tenían poderosos partidos comunistas que podrían ser la base de la expansión soviética al occidente del continente. El nuevo ambiente de enfrentamiento provocó la expulsión de los ministros comunistas que participaban en gobiernos de coalición en París, Roma y Bruselas en el período de marzo a mayo de 1947.
El Plan Marshall. Para contener al comunismo era necesario poner las condiciones económicas que impidieran su expansión. Así, el 5 de junio de 1947 en un discurso en la universidad de Harvard, el secretario de estado, George Marshall, anunció el Programa de Recuperación Europeo (European Recovery Program), conocido popularmente como el Plan Marshall.
Se trataba de un masivo programa de generosa ayuda económica para Europa. Aunque el Plan servía claramente a los intereses diplomáticos y de potencia de EE.UU., lo que Churchill calificó, quizá exageradamente, como "el acto menos sórdido de la historia", supuso una extraordinaria inyección de ayuda económica que permitió la acelerada recuperación de Europa occidental.
Washington ofreció la ayuda a todos los países europeos, aunque determinó que para recibirla era necesario crear mecanismos de colaboración económica entre los beneficiarios. Este hecho precipitó la negativa de Stalin a aceptar el Plan, forzando a los países que habían caído bajo su esfera de influencia a rechazar la ayuda. El Plan Marshall vino a dividir a Europa en dos: la occidental que va a iniciar un rápido crecimiento económico y la oriental, sometida a la URSS, y que va a tener grandes dificultades de desarrollo. La excepción a esta regla fue la España de Franco, a la que se negó la ayuda por el carácter fascista de su régimen político.
La respuesta soviética
La URSS, que había obligado al gobierno checoslovaco a renunciar al Plan Marshall tras haberlo aceptado, reaccionó en septiembre de 1947 creando la Kominform (Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros). Este organismo tenía como finalidad coordinar y armonizar las políticas de los partidos comunistas europeos.
Fin de la guerra
La guerra fría terminó por el derrumbe de uno de sus contendientes. El proceso de reformas iniciado por Gorbachov en 1985 precipitó una dinámica que terminó llevándose por delante la propia existencia del estado fundado por Lenin.
En medio de una profunda crisis económica, con una población gracias a la glasnost cada vez más consciente de la crueldad y la corrupción que había caracterizado la dictadura soviética, el nacionalismo vino a actuar como factor incontenible de disgregación del estado soviético, heredero del Imperio zarista.
El movimiento centrífugo se inició en las repúblicas bálticas, que durante el otoño de 1989 dejaron claro su intención de romper los lazos con un estado al que se habían unido como víctimas del Pacto que firmaron Molotov y Von Ribbentrop en 1939. Paralelamente el nacionalismo aparecía en las repúblicas caucásicas, azuzado por el enfrentamiento entre armenios y azeríes en Nagorno-Karabaj en 1988.
Cuando en febrero de 1990, Gorbachov  dio un paso adelante en su perestroika renunciando al monopolio político del PCUS y convocando elecciones parcialmente pluralistas, se encontró con que en Lituania, Letonia, Estonia y Moldavia ganaban las fuerzas políticas independentistas. Lituania declaró inmediatamente su independencia, sentando un precedente para las demás repúblicas que constituían la URSS.
El movimiento que definitivamente derrumbó la URSS vino... de Rusia, la nación que había construido el imperio zarista, antecesor del estado soviético. En mayo de 1990, Borís Yeltsin, quien había sido expulsado del PCUS en 1987, fue elegido presidente del Parlamento ruso. Desde esa posición de poder, Yeltsin impulsó medidas que precipitaron el fin de la Unión Soviética.
En julio de 1990, el XXVIII Congreso del PCUS constató la acelerada decadencia del partido que había aglutinado al estado soviética durante décadas. El propio ministro de asuntos exteriores  Eduard Shevarnadze dimitió en diciembre de 1990 en protesta por lo que él veía como un inminente golpe de estado que devolvería al país a la época de Breznev.
Acorralado entre las fuerzas comunistas conservadoras que buscaban una vuelta atrás en el proceso de reformas y las fuerzas reformistas y nacionalistas, Gorbachov trató de negociar un nuevo Tratado de la Unión que reconstruyera sobre nuevas bases de mayor libertad nacional la antigua URSS. Sin embargo, los comunistas ortodoxos trataron de imponer una solución de fuerza, el 19 de agosto de 1991, Gorbachov era secuestrado en su residencia de veraneo en el Mar Negro y un grupo de comunistas de la línea dura se ponían al frente de un golpe militar. La falta de unidad en el ejército y las acciones de protesta popular en Moscú hicieron fracasar el golpe. Fue el momento de Borís Yeltsin, quién se puso al frente de la protesta contra el golpe en la capital del país.
El golpe militar frustrado fue como la señal de alarma que precipitó la huida precipitada de todas las repúblicas de una Unión Soviética que a nadie ya interesaba. Mientras el PCUS, el instrumento político que había aglutinado a la URSS, era prohibido.
El 1 de diciembre de 1991, el 90.3 % de los ucranianos votaron por la independencia. El 8 de ese mes, en una solución improvisada sobre la marcha, los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, Borís Yeltsin, Leonid Kravchuk y Stanislav Shushkevich, se encontraron cerca de Brest-Litovsk y acordaron la denominada Declaración de Belovezhskaya Pusha: las tres repúblicas eslavas abandonaban la URSS y formaban una así llamada Confederación de Estados Independientes. El 21 de diciembre, en un encuentro celebrado Almá Atá, ocho de los doce repúblicas restantes de la URSS (Estonia, Letonia, Lituania y Moldavia habían optado por la independencia pura y simple) siguieron el ejemplo de Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
Impotente y abandonado por casi todos, Gorbachov dimitió como Presidente de la URSS el día 25 de diciembre de 1991. La bandera roja soviética era arriada en el Kremlin de Moscú. La bandera rusa la sustituía. Rusia tomaba el relevo de la URSS en la escena internacional: las embajadas, el puesto permanente en el Consejo de Seguridad, el control del armamento nuclear soviético... Sin embargo, el mundo bipolar de la guerra fría había tocado a su fin. Anunciado por el presidente Bush a principios de 1991, nacía un "nuevo orden mundial".