miércoles, 3 de abril de 2013

ORGANIZACIÓN ECONOMICA DEL TAHUANTINSUYO

La organización económica inca estuvo basada en el cultivo intensivo de la tierra, con lo cual se aseguraban el alimento, tanto individual como colectivamente. La producción era muy variada y los cultivos más importantes eran el maíz y la papa. Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos. En la zona árida de la costa usaron el guano -excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y construyeron canales de riego. En el interior, sobre las laderas de las sierras, cultivaban en terrazas. Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes zonas les permitió obtener, mediante el pago de tributos, productos que no había en su propio hábitat.
Las técnicas agrícolas correspondían el uso de la azada y la taclla (una larga azada provista de un vástago en el que se apoyaba el pie para así hundir más el instrumento en la tierra), el empleo de fertilizantes (estiércol de animal en las tierras altas y pescado descompuesto, o bien guano, en las zonas costeras), también conocieron la irrigación artificial por medio de canales, acueductos y balsas y el cultivo en terrazas para aprovechar hasta el máximo las tierras de las altas laderas andinas. Los incas no sólo cultivaron los terrenos planos o semi inclinados, usaron un sistema ingenioso para cultivar las laderas de los cerros, esta técnica consistía en formar terrazas, denominadas “andenes”, que rellenaban con tierra vegetal que era contenida con muros de piedra.
GANADERÍA: La ganadería Incaica, aunque no era tan importante como la agricultura, era un elemento básico en la economía del imperio. La llama se aprovechaba por su lana, larga y espesa, y como animal de carga (no soportaba más de 50 Kg de peso, pero resiste perfectamente la enrarecida atmósfera de las alturas andinas); las Vicuñas y alpacas eran apreciadas por su finísima lana, con las que se tejía las más bellas telas destinadas al Inca y a su séquito. Los rebaños, como la tierra, eran propiedades del estado y estaban divididos en tres categorías: del estado, de sacerdotes y pueblo. Cada comunidad poseía un cierto número de animales, perteneciente a cada categoría, que debía cuidar y atender y cuyos productos debía entregar al estado en su totalidad; de la parte correspondiente al pueblo, los tejedores realizaban los vestidos que periódicamente eran entregados a los campesinos.
Además de la lana que les proporcionaban los auquénidos, sembraron, cosecharon y usaron el algodón para la confección de su vestimenta. En las tierras correspondientes a la selva alta, sembraron y cosechaban la “hoja sagrada”: la coca.
PESCA: Pescaban diversas especies de peces y cazaban aves silvestres. Para mantener tal cantidad de tierras sembradas, los incas fueron grandes ingenieros hidráulicos: mucho de los canales de regadía de la sierra aún hoy, funcionan perfectamente e irrigan las nuevas tierras de cultivo.
El AYLLU: Era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un mismo territorio. El Estado entregaba tierras a cada comunidad para su subsistencia. Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada familia según el número de sus componentes. Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad. El ayllu o comunidad campesina debía entregar fuertes tributos en productos y en trabajo al Estado Inca y a los curacas. Las familias más numerosas, recibían mayor cantidad de tierras.
Los propietario de las tierras en el Tahuantinsuyo era el estado que estaba representado por el inca quien las repartía con el fin de que sean trabajadas, cultivadas y recibir un tributo o usufructo. Cada año se precedía a repartir las tierras entre los ayllus.
Las tierras del estado se dividían en:
1.      Tierras del pueblo, estaban distribuidas para cada familia, en este caso, no se tenía que dar nada como tributo de su parcela o tierra.
2.       Tierras del inca, eran para la manutención de la clase social gobernante como el inca, las panacas reales, funcionarios incas y el ejército.
3.      Tierras del sol, reservadas para las autoridades que se encargaban del culto a los dioses. El usufructo era destinado para las ofrendas y la manutención de las personas encargadas de los rituales, especialmente para la preparación de las bebidas y comidas que se convidaban durante las fiestas que se organizaban en homenajes a las deidades incaicas.
EL TRABAJO. En el imperio incaico se resumía en la siguiente frase: el que no trabaja no come. El trabajo en el Tahuantinsuyo tiene las siguientes características:
-Obligatoriedad: El trabajo era obligatorio para los habitantes del ayllu, solo era eximido de ello las personas con incapacidades físicas.
-Equidad: Este principio indica que cada individuo trabajaba depende a sus capacidades físicas e intelectuales
-Alternabilidad: Consiste en que no siempre se trabajaba en lo mismo, esto fue practicado contra el cansancio, aburrimiento o tedio que implicaba realizar las mismas labores
Formas de trabajo:
El trabajo representó la principal actividad del imperio incaico y presentó las siguientes formas: mita, minka y ayni.
La Mita,  era un sistema de trabajo a favor del Estado Imperial del Tahuantinsuyo, donde se movilizaban multitudes de indígenas a trabajar por turno en labores de construcción de caminos, puentes, fortalezas, centros administrativos, templos, acueductos, explotación de minas, etc. Existía una mita para servicios especiales como las labores de cargueros del Sapa Inca, músicos, chasquis y danzantes, los obligados a cumplir esta labor eran los adultos hombres casados, más no las mujeres, comprendían entre los 18 y 50 años.
La Minca, minka, o minga, es el trabajo que se realizaba en obras a favor del ayllu y del Sol (Inti), una especie de trabajo comunal en forma gratuita y por turno, era una forma de beneficio para el Estado, donde concurrían muchas familias portando sus propias herramientas, comidas y bebidas. Las familias participaban en la construcción de locales, canales de riego, así como la ayuda en la chacra de las personas incapacitadas huérfanos y ancianos. Cuando el ayllu convocaba al trabajo de la minca, nadie se negaba, pero las personas que no asistían al trabajo eran expulsados del ayllu y perdían su derecho a la tierra.
El Ayni, era un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu, destinado a trabajos agrícolas y a las construcciones de casas. El ayni consistía en la ayuda de trabajos que hacía un grupo de personas a miembros de una familia, con la condición que esta correspondiera de igual forma cuando ellos la necesitaran, como dicen: "hoy por ti, mañana por mí y en retribución se servían comidas y bebidas durante los días que se realicen el trabajo. Esta tradición continúa en muchas comunidades campesinas del, ayudándose en las labores de cocina, pastoreo y construcción de viviendas.
La tierra que era para el pueblo estaba destinada a los habitantes de los Ayllus y eran repartidas poniendo atención al número de personas que comprendía el Ayllu. A cada persona se le entregaba una porción de tierra que se denominaba TOPO (unos 2 700 m2) y a cada mujer se le daba medio TOPO.  La tierra no se entregaba en propiedad sino tan solo en usufructo.

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